Evitar el colapso del rendimiento en la oficina en casa

En marzo pasado, la Unión Europea solicitó a Netflix que ayudara a garantizar el acceso a Internet de la población en Europa, rebajando la calidad de sus transmisiones para evitar sobrecargar las redes de Internet de ese continente. El 25 del mismo mes, los suscriptores de banda ancha de uno de los mayores operadores de telefonía de Brasil se quedaron sin servicio en el Sudeste, Sur, además de Brasilia, Salvador y Recife, debido a una falla en un proveedor.

Con 46,5 millones de hogares con acceso a Internet, el número de brasileños que utilizan Internet ha pasado del 67% al 70% de la población, lo que equivale a 126,9 millones de personas, según una investigación de TIC.

Hogares (Ago / 2019). Enfrentar inestabilidades en el acceso a la red ya ha entrado en la rutina en esta era de "Nueva Normal", ¿verdad? Los grandes operadores están preparados para apagar incendios rápidamente, ya que mantener el nivel de calidad del servicio es una prioridad en la "evaluación de servicios". Sin embargo, como la pandemia tomó por sorpresa a las empresas, muchas de ellas básicamente adoptaron el esquema de la oficina en casa, con tanta rapidez, sin mirar con más atención algunos puntos que pueden generar un gran dolor de cabeza durante el tiempo de cuarentena.

Es posible notar más claramente que trabajar en la oficina en casa requiere atención del lado del hogar y otra del lado corporativo. La empresa debe tener más cuidado con el correcto dimensionamiento de la infraestructura de procesamiento de datos y red adoptada para no experimentar situaciones de cuello de botella en la conexión del empleado e impacto en su desempeño. Otro punto de atención es que muchas empresas no cuentan con una plataforma de monitoreo y optimización constante del acceso y disponibilidad de datos, lo que complica aún más la gestión de este escenario.

Si consideramos empresas que aún se encuentran en entornos locales, hardware físico que se almacena en una sala de su empresa, el principal desafío será escalar rápidamente, ya que los empleados necesitarán estar aún más conectados y la capacidad de elasticidad en sus entornos. el software y el hardware estarán restringidos en términos de expansión y personalización. Por otro lado, los negocios que se encuentran en la nube enfrentarán el gran desafío de administrar su infraestructura de TI de manera efectiva, ya que, dependiendo del tipo de negocio, la intensidad de uso de la red puede sufrir inactividad o alcanzar su límite de uso, en diferentes días y horas de la semana, lo que dificulta mucho el desafío de la optimización de costos.

Ya existen soluciones para la medición detallada de la utilización de recursos, donde es posible crear centros de costos de consumo, que pueden ser, por ejemplo, un departamento de la empresa, un proyecto específico, o cualquier grupo que pueda tener un presupuesto para compartir con ESO. De esta manera, el gerente se vuelve capaz de analizar el consumo de recursos y compartir los costos con sus respectivos "consumidores" internos, permitiendo establecer una relación estratégica entre las áreas.

Así como la prisa es enemiga de la perfección, también puede ser enemiga de la seguridad de los datos. Desde que se adoptó la oficina en casa como el estándar "Nuevo Normal", hemos notado que muchas empresas ignoran los procedimientos de seguridad básicos para proporcionar acceso rápido y nocturno a los empleados y esto puede ser peligroso. Según una encuesta reciente de Avast Software, el 58% de las personas no reciben el apoyo tecnológico o los conocimientos que necesitan cuando trabajan en casa o en un lugar público del empleador. Entonces, si tenemos prisa, ¿qué podemos esperar?

En el contexto de la pandemia, ya era posible notar un aumento significativo de ataques e intentos de acceso no autorizado. Brasil ocupa el lugar 70 en el índice de seguridad cibernética de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), órgano de las Naciones Unidas (ONU) que coordina los esfuerzos en esta área. Las pérdidas resultantes de los ciberataques en Brasil superaron los 20 mil millones de dólares (más de 80 mil millones de reales).

Existen métodos muy seguros para prevenir y aumentar la seguridad empresarial, en solo tres fases. La primera es la evaluación, que permite al cliente crear su RUNBOOK de seguridad. Es una encuesta de varios datos ambientales. Esto también incluye recomendaciones de buenas prácticas de seguridad, políticas de acceso, validación de normativas y otros aspectos necesarios para incrementar la madurez de la empresa. La segunda fase es la implementación de estos estándares, que apoya a la empresa en esta transformación. El tercero es el monitoreo, que se puede realizar a través de un SOC (Security Operation Center), cuya función es monitorear las incidencias de seguridad de los clientes las 24 horas del día, los 7 días de la semana, estableciendo este canal de confiabilidad en el acceso a los datos y estándares que la empresa debe seguir.

Los colapsos en el rendimiento, la conectividad y la seguridad representan una amenaza real para las empresas, pero con las medidas necesarias se pueden evitar para minimizar los problemas corporativos. Piensa, planifica y mejora. Saldremos de esta situación más fuertes.